Después de estar todo el mes trabajando, de tener que invertir la mayor parte del sueldo en la hipoteca o alquiler, levantándose pronto... que menos que un concierto al mes. O dos. Todo lo que leerás y visionarás aquí lo he vivido en primera. Nada me lo han contado. Quizás descubras a un grupo desconocido hasta el momento. Y con el tiempo te acabe entusiasmando. Eso me haría muy feliz.
Los fans de Marilyn Manson estamos de enhorabuena. Universal ha reeditado el "Mechanical Animals" en vinilo. Siguiendo la tradición de "Back to Black", el vinilo viene acompañado por un código que al introducirlo en internet te permite bajar el disco en mp3. Si tenemos en cuenta que es un discazo, que su precio de segunda mano en Ebay hace un par de semanas rondaba los 150€ y que el precio actual es de 28'90€ (en Revolver, por ejemplo) no podemos dejar de mostrar nuestra alegría ante la decisión de la discográfica. Esperemos que un futuro pase algo parecido con "Antichrist Superstar".
"Mechanical Animals" es el segundo disco de una trilogía que empieza con "Antichrist Superstar" y termina con "Holy Wood". Manson protagoniza dos personajes: Omega, un alienígena que tras aparecer en la Tierra es adoptado como cantante en un grupo de rock llamado Mechanical Animals, y Alpha, un personaje basado en él mismo. En el disco hay referencias constantes al amor y a las drogas. Es de concepción totalmente dispar a su antecesor "Antichrist Superstar". Más bailongo, intimista, sideral, estético... muy poco oscuro. De herencia directa de David Bowie y los años setenta. Una evolución súper curiosa respecto su disco anterior que enaltece a ambos trabajos, dejándolos como clásicos y de culto. Un disco lleno de glam donde se abandonan los ritmos satánicos y la música gótica del disco anterior. Queriendo ser oscuro a veces lo parece más. Temazo tras temazo: "Great big white world", "The dope show", "Mechanical animals", "Rock is dead", "I don't like the drugs (but the drugs like me)"... y las baladas "The last day on Earth" y "Coma White". Por cierto, si no te gusta Marilyn Manson no estaría mal que escucharas este disco. Creo que te sorprendería muy gratamente.
Buenas noches motherfuckers. Así suele empezar Charly 90 la noche. Hace ya un tiempo que descubrí el fenómeno Chaqueteros. De hecho fue justo antes de la última visita de KISS a la ciudad condal. Capitaneados por Senén Armengol, Los Chaqueteros son como el típico equipo de tercera división. Son trabajadores de clase media (como tú y yo), lo dan todo en el partido no infravalorando al contrario, debido a sus trabajos entrenan poco... pero juegan que te cagas. De hecho, juegan para pasarlo bien y eso llega a la afición. Y no quiero pensar que pasaría si algún día se colarán en una fase final, rollo copa del rey. Cuidadín que podrían dar la sorpresa. La tocan muy bien y su actitud es 10. En este caso, el público acabaría apoyando al equipo humilde, estoy seguro. Dejando la metáfora a un lado, Los Chaqueteros te aseguran un buen rato cada primer viernes de mes (con alguna excepción debido al calendario) en la sala Monasterio, cerca de Correos(por cierto, la sala es guapísima). Suelen hacer noches temáticas versionando grupos de rock. Muchas veces es más de un grupo en una noche. He vivido en primera persona: Beatles y Rolling, Rock Escandinavo, aniversarios Chaqueteros con greatests hits, Rock Glam, los nombrados KISS... Siempre en un ambiente excelente. Por partes, me gustaría primero nombrar a Senén. Es una persona increíble. Lo más parecido a un Lemmy barcelonés. Vive por y para la música. Trabajé con él cuando tenía 17 años y sólo puedo hacer elogios hacia su persona. Un día hace muchos años me recomendó a unos desconocidos Backyard Babies. Bendito Senén.
Analizando ya al grupo, todos hacen bien su trabajo. Quieren y respetan la música rock y eso se nota. Charly 90, el cantante, es un torbellino. Se mueve más que bien y su imagen está siempre a la altura de las circunstancias. Cierto es que no tiene un bozarrón que te cagas pero su actitud como frontman suple esas carencias. Es más que bueno. Es el líder que todo el mundo querría tener en su grupo. No tiene ni una noche mala y eso es muy complicado cuando tocas temas que no son tuyos. Yo lo hubiera fichado como nuevo cantante de Turbonegro pero vamos, de calle. Toni Nervioroto es un bajista con clase. Hace su trabajo en un segundo plano. Siempre está ahí pero nunca quiere destacar en exceso. Es el típico que valoras realmente el día que falta. Hammer es un batería de los de verdad. No toca la batería, la golpea. Le da a muchos temas la velocidad y contundencia que las grabaciones de estudio y los años les han restado. Jangura es un tío simpático. Toca más que bien y es el que muchas veces mira a su alrededor con cara de... esto no era en este tono! Pero da igual, sonríe y cambia de acorde. Y sigue tocando como si nada. Cierto es que se echa de menos a Fosy, ya que la combinación Jangura-Fosy era sublime, pero no siempre se puede tener todo. El destino, a veces, nos brinda algún viernes con su presencia.
Centrándonos en el viernes Kissero, viaje en el tiempo. Era como ver a KISS en sus inicios en la década de los 70. Nadie echaba de menos la pirotecnia y la escenografía recargada. Rapidito, cañero, mucho rock and roll. Empezaron con "Parasite" (madre mía, la de veces que he pensado que KISS deberían empezar con ese tema) dándolo todo. Tengo que admitir que tal como escuche "Parasite" me dejé llevar y no recuerdo el orden de los temas. Sonaron "Detroit Rock city", "C'mon and love me", "Shout it out loud", "Deuce", "Love gun" (la otra vez no lo tocaron, imperdonable), "Calling dr.love", "I was made for lovin' you", "I stole tour love", "2.000 man", "Cold Gin", "Lick it up"... vamos, temazo tras temazo. Además, son tan humildes que no les importa en absoluto estar acompañados en el escenario. Es por ello que muchas veces se añaden nuevos guitarras, coros fememeninos, otros cantantes y demás colaboradores que hacen que la noche sea más de todos. Una gran noche, como todos los primeros viernes de mes. Si te gusta el rock and roll a la vieja usanza, el buen rollo, la música fuerte y la gente auténtica; tenemos una cita. Por 6 euros es una cita mensual más que obligada. Es como una terapia. Los Chaqueteros consiguen que tu mes vaya mejor ¿Te unes? No te arrepentirás, te lo aseguro.
Año 1995. Con mis quince añitos y habiendo descubierto hacía nada el "Dookie" de Green Day mi amigo Óscar me pasa un cassette. Me dice: tío, están de puta madre. En el cassette ponía "¡Leche con carne!" No use for a name. Me lo puse en casa y mi vida cambió. Daban un buen rollo increíble. Desde la primera escucha supe que íbamos a mantener una relación íntima y estrecha. He visto a No Use for a Name unas diez veces. Los he visto en el Garatge Club, en el Razzmatazz 2, en el Apolo, en la sala KGB... Sin duda alguna es el grupo que he visto en directo más veces. Ir a un concierto suyo era una fiesta. Siempre me compré una camiseta suya al acabar el concierto. Todavía recuerdo el conciertazo en el Apolo no hace mucho, cuando nadie daba ya un duro por el hardcore melódico. He rebobinado muchas cintas de cassette suyas con mi boli Bic. He saltado del escenario por primera vez en un concierto suyo en el Garatge. He ido al cole decenas de mañanas con el "Making Friends" y el "¡Leche con carne!" castigando mis oídos en mi walkman Aiwa. Ha sido mi primer concierto en solitario. Mi primer concierto con el amor de mi vida. Mi primer concierto hardcore con mi hermano. Un trozo de una canción suya es el himno de mi pequeña-gran peña motera. La primera pegatina de mi snow fue de No Use. De hecho, en la adolescencia, llegué a escribir una carta agradeciendo al grupo lo que habían hecho por mí. Y todo ello con Tony Sly allí. De gurú de mi vida. Cuando ayer recibí un whatsapp en el que ponía que había fallecido no me lo podía creer. Nunca he llorado con la muerte de un músico. Tenía que ser con él la primera vez. Tony Sly era un compositor y cantante muy bueno. "Soulmate", "Invincible" o "Not your savior" (mi preferida) no nos las quitan nadie. Era una fábrica de temas agradables, bailongos, cañeros, positivos. Por él me compré una guitarra acústica. Una vez leí en una entrevista suya que si una canción sonaba bien sólo con guitarra acústica es que era un temazo. Que razón tenía! Siento que con su muerte a muerto también una parte de mí. Descansa en paz Tony. I'll see you on the outside.
Bueno, no quiero extenderme en exceso. Ni hablar de todo menos de música. Pero es que realmente lo que pasó allí aquella noche fue eso. De todo menos música. Demasiadas expectativas para algo que fue bastante estandar: entradas agotadas, reventa en la puerta, rumores de un concierto encubierto de At the Drive-In (tocaban al día siguiente en el FIB)... El concierto empezó con tres tipos de teloneros. No sé cómo se llaman pero tampoco quiero saberlo. ¿Me explico, no? Bastante mediocres y más si esperas que toque Omar o como se rumoreaba At the Drive-In. Seguidamente (por utilizar un adverbio temporal cualquiera, ya que pasó al menos media hora desde que acabó el trío) sale al escenario el hermano de Omar con un Mac y se pone a pinchar. Nada, sólo una horita. Pero lo peor del caso es que a los diez minutos de estar pinchando apareció una señorita bailando así rollo el baile de los siete velos. Y encima no lo hacía especialmente bien. Si a ese cachondeo general le sumamos un aforo más que lleno, os podéis imaginar como estaba la cosa. Pero lo más curioso del caso es que nadie decía nada. Ni un abucheo. Y eso bajo mi punto de vista no es bueno. Como toca Omar, se puede permitir lo que quiera: hacer un concierto de media hora, poner a su hermano a pinchar, tocar sin Cedric, tocar temas de cuarenta minutos, improvisar y cagarla, sacar cuatro discos al año... da igual, es intocable. Media hora más (ya eran las once de la noche y habíamos llegado allí a las ocho) y sale Omar. O The Mars Volta sin Cedric y sin el hermano de Omar (Marcel), como se quiera ver. Hicieron un concierto pasable pero es cierto que los momentos que tienen de lucidez son tan, tan buenos, que te olvidas del hermano pinchando, de la que bailaba, del trío del principio y del calor que hacía. El punto de inflexión fue cuando salió una tía a cantar (ni idea de quién era). No lo hizo mal y gracias a ella el concierto dio un giro y se empezó a convertir en algo diferente. Omar es, bajo mi punto de vista, el mejor guitarrista actual. El batería, Deantoni Parks, es puro free jazz. Bueno es poco. Sublime. Y claro, tocan dos temas estelares y les perdonas todo. Pero no es justo. Fueron dos temas buenísimos y tres buenos. Lo demás de la noche, fantasía, esperanza, rumorología, moda absurda, ganas de presenciar algo histórico que en realidad nunca llegó a ocurrir.
Maistream puro y duro. El típico grupo de moda que quiere y se deja querer. Antes de hablar de lo musical me gustaría hacer una referencia al lugar.
El Poble Espanyol es un típico lugar recurrido en tiempos veraniegos. Realmente es lo más parecido a estar en las fiestas de tu pueblo. Parece que en cualquier momento van a tocar "Paquito el Chocolatero". No me disgusta pero debo admitir que nunca (sí, he dicho nunca) he visto un concierto buenísimo allí. Por algo será. El sonido es potable y la organización buena. El escenario gigante. Demasiado. Difícil llenarlo con genialidad musical si no eres realmente bueno.
Hablando ya de Vetusta decir que tienen de comercial lo justo. O mucho, depende como se mire. Y digo eso porque creo que no buscan ser comerciales pero muchas veces acaban siéndolo. Para mí lo mejor es el cantante (Pucho) y el batería (David, "El Indio"). Hay canciones que serían muy justas sin la batería de éste último. Le da un toque diferente, muy metálico (refiriéndome a la materia y no al estilo musical) y a veces cogiendo más protagonismo del que aparentemente le pertocaría. Pucho tiene mucho rollo y una voz aguda muy particular. Sinceramente, un desperdicio que esté en un grupo así. Me lo veo como un aprendiz de Dennis Lyxzén de Refused (pensar que he dicho aprendiz). Con el tiempo podría llegar a ser algo así. Se mueve bien, incita bien al público, se implica en todo momento, tiene una buena expresión corporal... pero por desgracia tenía la voz mermada. Y eso influyo mucho, demasiado. Además, como decía anteriormente, el escenario era muy grande. Son capaces de llenarlo de energía y vitalidad pero esta vez no lo consiguieron. Fueron la versión descafeinada de Vetusta. Y sé lo que digo. Los he visto cuatro veces (BBK, Manresa, Palau de la Música y Poble Espanyol). De los cuatro éste fue el peor concierto. Fueron sosos, llegando a ser aburridos. Muchas veces tirando a fenómeno groupie (en momentos parecía un concierto de Hombres G). Sí, es cierto que en momentos estuvieron bien pero fueron momentos demasiados puntuales. Quizás estén cansados de tanto "Mapas" (llevan ya mucho tiempo de gira). Es muy peligroso que lo mejor del concierto sea el primer tema ("Días Raros") y el último tema ("La cuadratura del círculo"). Si todo el concierto fuera igual serían un grupazo. Creo que no deberían tener miedo y soltarse, probablemente hacia una vertiente más progresiva. La cuestión es... no se sueltan por qué no pueden o por qué no quieren. Probablemente en el siguiente disco nos den la solución al enigma. Mientras tanto esperaremos. Eso sí. Los privilegiados que los vimos el segundo día en el Palau de la Música sabemos que si quieren pueden. Y ese conciertazo ya no nos lo quita nadie.
Empieza a ser un clásico lo de presenciar un buen concierto en el Music Hall. Antes de hablar propiamente de la música me gustaría elogiar a la pequeña sala del centro de Barcelona. Tiene una acústica realmente buena. Su situación es envidiable (justo delante del desaparecido Vip's). Tiene una terracita interior para los amantes de la nicotina. Su estructura en pequeñas alturas es bastante efectiva. El escenario está a buena altura. Cerveza a un precio razonable. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, que si pone que empiezan a las 20.00h no empiecen a las 21.00h. No es la primera vez que me pasa.
Pasando ya al tema en cuestión, agradecer a Big Business la visita a Barcelona. Esta gente es así. Anulan su visita al Primavera pero el bajista y el batería de los Melvins tocan en una sala minúscula ante un público súper reducido. Dejando a un lado el guitarra (que era totalmente prescindible) los chicos Melvins son máximos. Me parece un insulto nombrarles como teloneros de Unsane. Bajo mi punto de vista estuvieron a la par o incluso fueron mejores que Unsane. Eso no es tocar la batería, eso es maltratarla. O bientratarla, según se mire. Hacia años que no veía a alguien tocar así. Excelente, supremo. Con fuerza, sin dar respiro alguno a las baquetas. Levantando hasta el infinito sus codos. Sin concesión. Si a esos tiros percutivos le sumamos un bajo simple pero lleno de garra y una voz de ultratumba más cercana a un Dios de la mitología clásica que a un terrícola, nos vemos inducidos en un panorama envolvente. Profundo. Cómodo. Trabajado. Música de nivel. Ese barbudo con aires primitivos nos ayuda a crear ese ambiente misterioso. Si a la calidad musical le sumamos lo auténticos que fueron (en el garito de camisetas existía un cartel en el que ponía "se cambia merchandising por hierba" y el barbas saltó del escenario con la intención de partirle la cara a un imbécil que no paraba de tocar el ampli) y la genial puesta en escena, nos vemos obligados a puntuarles con la máxima nota. Eso sí, para la próxima visita que se quede el guitarra en casa. Yo no los conocía. Sí a los Melvins pero no a este dúo caprichoso. Ahora ya soy fan.
Después de introducirme un kleenex partido por la mitad en mis oídos (joder con la potencia de decibelios de Big Business) llegaron Unsane. Son irreverentes, antimodas, hardcore metaleros. Sin concesión. No te esperes nada nuevo. Sientes love or hate por ellos. Bajo mi punto de vista hicieron un concierto bueno pero es que el de Big Business fue una gozada. Comparaciones aparte, los neoyorquinos hicieron un concierto de unos diez temas en los que fueron del blues al rock, pasando por el metal y el hardcore. Si pretendías solventar los problemas auditivos generados por el barbas y sus amigos no era buena idea acercarse demasiado al escenario. Sonaban igual o más fuerte. Chris Spencer está igual de loco que siempre. Sabe mal pero en un concierto de esas características se agradece.
Gracias a los dos por una noche de música que mandó a la mierda a las modas y rozó la perfección.
