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Después de estar todo el mes trabajando, de tener que invertir la mayor parte del sueldo en la hipoteca o alquiler, levantándose pronto... que menos que un concierto al mes. O dos. Todo lo que leerás y visionarás aquí lo he vivido en primera. Nada me lo han contado. Quizás descubras a un grupo desconocido hasta el momento. Y con el tiempo te acabe entusiasmando. Eso me haría muy feliz.

SECCIONES

viernes, 21 de septiembre de 2012

Crónica The Bouncing Souls

El pasado 10/09/12 asistí al concierto de The Bouncing Souls en la sala Estraperlo junto a Dave Hause y The Headlines. Podéis encontrar la crónica y las fotos del bolo en
http://www.lacriticamusical.com/cronicas/39-cronicas/2206-cronica-the-bouncing-souls-100912-estraperlo-badalona.html

Colaboración con La Crítica Musical

A partir de ahora podéis encontrar colaboraciones mías en www.lacriticamusical.com

Me siento súper a gusto trabajando con ellos. Espero vuestros comentarios y votaciones en la web.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Jack White 02/09/12- Razzmatazz (Barcelona)



Todo lo que rodea a Jack White es especial. Sólo había visitado dos veces Barcelona con anterioridad (White Stripes 2007, The Raconteurs 2008). Cambio de local días antes. Entradas a 40€ (en los tiempos que corren). Realiza la gira acompañado de dos bandas diferentes: una masculina y una femenina, escogiendo a su gusto con cuál de ellas tocar. Varia el set list de un día para otro. Sale una chica un cuarto de hora antes de empezar el show, con acento mejicano, invitando al respetable a que no hagan fotos ni vídeos "Jack les pide que disfruten del espectáculo en vivo, con sus propios ojos y no a través de una cámara". Toda la familia White con camisa, corbata y sombrero (desde los roadies hasta el técnico de sonido). Un sonido que sin ser excelente, consiguió ser más que digno. Siendo en el Razzmatazz es un logro. Una fotógrafa súper coqueta con mini mini falda (o cinturón ancho, tengo todavía serias dudas) haciendo fotos continuamente, arriba y abajo, adoptando posturas muy arriesgadas difícilmente justificadas para la ejecución de aquellas instantáneas. Toda la banda de blanco inmaculado. El escenario sobrio en cuanto a escenografía se refiere, dando importancia a lo que realmente la tiene. La batería adelantada. Muy adelantada. Los instrumentos tapados (dejando el desnudo de la bataca para lo último). Media hora de retraso en el inicio del concierto.

Y se apagan las luces. Salen las Peacocks (la banda femenina) y gritas. Te sientes triunfador. Te ha tocado el gordo: las tías!! Todo lo excéntrico se enriquece aún más. Nunca toman el protagonismo pero siempre están allí. Sólo Jack se mueve. Ellas respetan sus parcelas. Eso sí, cuando el frontman las visita ellas están más que agradecidas. Se miran, sonríen, comparten micro... pero nunca se tocan. Como si de un juego se tratara. Aquello parece una escena pictórica coral clásica. Un delirio con control. Una pacífica guerra de sexos. A destacar en las Peacocks su profesionalidad y calidad. Una esfinge de ébano, agitando levemente su cuerpo y jugando con la percusión; haciendo de ésto último y de los coros algo más que unos simples gadgets. Una batería explosiva. Sin mampara. Pies descalzos sobre el pedal del bombo. La baqueta izquierda descansando en la mano. Confabulación de agresividad y dulzura.

El estadounidense empezó con mucha garra. Sonaron temas como Blunderbuss, Hypocritical Kiss, Missing Pieces o Freedom at 21 de su último disco en solitario. Pero también interpretó temas de The Raconteurs como Top Yourself o Blue Blood Blues de The Dead Weather. Todo eso sin olvidarse, claro está, de temas de The White Stripes como Dead Leaves and the Dirty Ground, Cannon o Hotel Yorba. Una hora y media llena de blues desgarrados, de country maleducado, de solos distorsionados. Binomio caprichoso de punk-blues. Eché de menos un poco más de velocidad y garagería en algunos temas, resquicios de esa perfección extraña que siempre me pareció el dúo Jack-Meg White. Y al final lo que todos los melómanos no queríamos: cerrar el concierto con Seven Nation Army. Agradando a las mayorías y a unos pocos ultras barriobajeros que habían venido sólo conociendo ese tema. Para delirios de grandeza aconsejo a Jack empezar la velada con el hit como primer tema y así quien quiera que se vaya a casa. Porque la excentricidad de Jack nace o se hace. La busca o se la encuentra. La verdad no lo sé. Mejor pensar que no la busca porque en un abrir y cerrar de ojos toda aquella autenticidad se volvería un producto comercial. Cierra los ojos y no los abras. Sueña que todo es verdad.