Lendakaris Muertos 27/4/12- Apolo (Barcelona)

Son unos cachondos y tan punkis que muchos punkis no los entienden. Te ríes un montón, lo dan todo sólo empezar, tocan sin descanso, bajan con sus instrumentos al público... eso sí, si buscas música de calidad no te gastes el dinero (que es poco, por cierto). Tienen dos tipos de temas: los rápidos y los más rápidos. Las letras son increíblemente divertidas y ocurrentes: "Punk de molde", "Pendientes de perla", "Cómeme la franja de Gaza"... sin olvidar los ya clásicos "Centro comercial", "Drogopropulsado" o "Oso panda" entre otros. El frontman Aitor Ibarretxe es la viva imagen del cantante de The Jesus Lizard. Se ganan el sueldo y te lo pasas bien. No todos los días  es necesario escuchar buena música. Pídete un kalimotxo y disfruta.

Low 27/03/12- Apolo (Barcelona)

El tiempo se para. Cuando el concierto finaliza te preguntas: ¿pero había empezado? Estarías toda la noche allí, tranquilo, viendo la música pasar. Low es un grupo de slowcore. Si quieres bailar y gritar no estás en el concierto correcto. Aquí se viene a apreciar la delicadeza de la percusión, el rascar de las cuerdas de la guitarra, la entonación del silencio. Tocaron canciones de su último disco "C´mon" y grandes temas de "The great destroyer" pero eso que más da. Por momentos creerás que tus pulsaciones por minuto dependen de Low. Que si cierras los ojos escucharás mejor la música. Si es así enhorabuena. Ya tienes al slowcore fluyendo por tu sangre. Y no se irá así como así.

Triángulo de amor bizarro 02/03/12- Salamandra (Hospitalet)

Ya en el Primavera Sound del 2011 demostraron que para ofrecer un concierto desgarrador no es necesario la ayuda de la oscuridad. En el Music Hall atronaron enfadados con todo. En el Let's Festival, celebrado en la sala Salmandra de Hospitalet se mostraron más humanos, dialogantes con el público y no tan efectivos en directo. Aún así Isa es puro torbellino. Tienen un rollo que no se lo acaban. Bajo mi humilde punto de vista, el mejor grupo nacional actual. Quizás el corte de barbas de Rafael Mallo ha sido el principio de la comercialidad. Esperemos que no.